Expliquemos el problema: La pantalla de este modelo tiene un diseño ultra fino y Apple diseñó los cables como parte del conjunto de la misma, por lo que no pueden ser reemplazados de manera independiente.
Esto hará que cuando los cables comiencen a fallar, se deba reemplazar toda la unidad de pantalla, en lugar de uno o dos cables.
Actualmente no existe ninguna reparación alternativa a tener que sustituir el conjunto completo de pantalla retina del Macbook Pro 2016.No obstante este «fallo de diseño» ha tenido repercusiones también en España, ya que FACUA ha denunciado a Apple:
Los consumidores se ven obligados a gastar más de 500 euros en reparar estos Macbooks Pro. Los modelos posteriores a 2016 tienen un cable de conexión con la pantalla que se desgasta cada vez que se abre o cierra y puede terminar rompiéndolo. Su arreglo requiere de la sustitución del monitor completo.
En este vídeo se explica todo sobre el "Flexgate":
Al parecer en los últimos Macbook del 2018 fabricados por Apple, este problema ha sido corregido alargando el cable un poco:
Apple ofrecerá reparaciones gratuitas a los propietarios de MacBook Pro lanzados en 2016, con estos problemas de retroiluminación a través de un programa de calidad de reparaciones.
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